lunes, 8 de febrero de 2010

UHHH EN QUE QUILOMBO ME METÍ

No es por la mera cuestión de la posibilidad no gratuita de andar pavoneándose, porque ya se sabe todo lo pavo que es uno. Pero otra vez me decía... "y bueh, probemos."

Heme aquí y ahora.

Solo para empezar, desgloso: la única y exquisita sensación de andar escapándole a la enmarañada cadena de fronteras mentales, es abrumadoramente vital.

No hay comentarios:

Publicar un comentario